Astor Piazzolla: 104 años del hombre que reinventó el tango y dejó un legado eterno
Agustina Lavizzari
Este 11 de marzo se cumplen 104 años del nacimiento de Astor Piazzolla, el bandoneonista y compositor que revolucionó el tango y lo proyectó al mundo con un estilo innovador. Su música, en la que fusionó el tango con el jazz y la música clásica, lo convirtió en un artista de vanguardia que rompió con las estructuras tradicionales del género. Si bien fue duramente criticado en su tiempo por los sectores más ortodoxos, con los años su obra fue reivindicada y hoy es considerado uno de los músicos argentinos más influyentes de la historia.
Desde su infancia en Nueva York hasta su consagración en Argentina y el mundo, la vida de Piazzolla estuvo marcada por encuentros clave y decisiones que definieron su camino. Conoció a Carlos Gardel a los 13 años y casi se sube al fatídico vuelo en el que murió el Zorzal Criollo, pero su padre le impidió viajar. Años más tarde, su maestra en París, Nadia Boulanger, lo convenció de no abandonar el tango, impulsándolo a desarrollar el estilo que lo haría célebre. Su talento lo llevó a formar diversas agrupaciones y a grabar con músicos de renombre como Gerry Mulligan y Gary Burton, dejando un legado que supera las mil composiciones y cuarenta discos de estudio.
Pero detrás del genio musical también hay un sinfín de anécdotas y curiosidades que revelan su personalidad y su camino hacia la consagración. A continuación, algunos de los datos más sorprendentes de su vida y carrera:
Curiosidades de Astor Piazzolla:
Compuso su primer tango a los 11 años, titulado Catinga, pero nunca lo publicó.
Conoció a Carlos Gardel en Nueva York, quien lo invitó a participar en la película El día que me quieras y le dijo: "Vas a ser grande, pibe, pero el tango lo tocás como un gallego".
Se salvó del accidente de Gardel en Medellín, ya que su padre y el sindicato de músicos de Nueva York no le permitieron viajar con la orquesta.
Fue discípulo de Nadia Boulanger en París, quien lo convenció de seguir con el tango en lugar de dedicarse solo a la música clásica.
Compuso Adiós Nonino en 1959, tras la muerte de su padre, en un solo día de encierro y profunda tristeza.
Fundó el Octeto Electrónico, abriendo las puertas a la fusión del tango con el rock y la música experimental.
Compuso más de 40 bandas sonoras para cine, dejando su sello en películas argentinas y extranjeras.
Fue criticado por los tangueros tradicionales, quienes lo llamaban el asesino del tango, a lo que él respondió: "Lo que hago es música contemporánea de Buenos Aires".

Piazzolla falleció el 4 de julio de 1992, pero su música sigue viva en cada interpretación de Libertango, Balada para un loco o Adiós Nonino. Su obra traspasó fronteras y conquistó a músicos de todos los géneros, desde el tango hasta el jazz y la música clásica. Hoy, a 104 años de su nacimiento, su nombre sigue resonando como el del artista que transformó el tango para siempre.
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